A los 17 años, un diagnóstico cardíaco que derivó en una cirugía compleja me obligó a dejar la práctica competitiva. Esa experiencia fue un punto de inflexión. Mientras transitaba mi recuperación, sentí de cerca lo que significa ser paciente: el miedo, las dudas, la falta de una mirada integral. Y supe que, si no podía seguir en el deporte como atleta, lo haría como kinesiólogo. Y lo haría diferente.

Me formé en la Universidad del Salvador como Licenciado en Terapia Física, y luego en la Escuela de Osteopatía de Madrid, donde completé el Máster en técnicas osteopáticas del aparato locomotor. Paralelamente, inicié mi camino profesional en Kinesis, un centro de referencia liderado por Rubén Araguas, Luis García y Adrián Peláez. Allí pasé casi 12 años de formación continua, rodeado de grandes profesionales y compañeros.

Durante ese tiempo, trabajé con clubes y selecciones de primer nivel: Boca Juniors, Independiente (donde fui campeón de la copa sudamericana 2017), en Acassuso y Deportivo Moron, la Selección Argentina femenina y la China de vóley, y de la Chilena de handball, equipos en Polonia y México, entre otros. También acompañé de manera individual a deportistas profesionales de elite como Sergio “Chiquito” Romero, Marcos Rojo, Lucas Barrios, y muchos más.

En 2017 fundé Physiomed, un centro de rehabilitación, evaluación y medicina deportiva con una visión clara: atender personas, no sólo lesiones. Creo en la escucha activa, en el trabajo interdisciplinario, en el conocimiento científico actualizado, pero también en la empatía, en la educación del paciente, en el respeto por su proceso.

Hoy, además de dirigir Physiomed y comandar un equipo al que respaldo y formo día a día, soy esposo, papá, y me ocupo de cuidar mi propia salud para estar presente y activo, física y mentalmente. Esa coherencia entre lo que enseño y lo que vivo es la base de todo.

Me gusta decir que cada atención es una oportunidad para hacer que alguien no pase por lo que yo pasé. Porque estuve del otro lado, y sé lo importante que es sentirse contenido, comprendido, bien guiado. Ese es mi propósito.